Son 220 páginas encuadernadas en rústica.
Aquí tenéis los créditos y el índice.
Tras una breve introducción encontramos la primera partida, the art of madness es la continuación del relato the Pickman's model y tiene lugar en Boston.
Una de las primeras cosas que me llamaron la atención al ojear este suplemento es su pobre calidad visual, tanto la maquetación como los dibujos y los mapas son bastante simples, algo a lo que por otra parte ya nos tiene acostumbrados Chaosium.
La siguiente partida es the crystal of chaos y está basada en the haunter of the dark, en ella los investigadores serán contratados para hallar un objeto del antiguo Egipto y parte de su acción transcurre en Providence.
No deja de ser curioso ver una partida que tenga lugar en la ciudad natal de H.P. Lovecraft.
A continuación encontramos the return of the hound, partida inspirada en el relato the hound en la que los investigadores acudirán a una subasta para intentar conseguir un ejemplar de el Necronomicón.
Al final de cada escenario encontramos todas las ayudas relacionadas con el mismo.
La cuarta partida es the Jermyn horror y está basada en el relato Arthur Jermyn, en esta ocasión la acción se traslada a Inglaterra y los investigadores irán detrás de otro extraño libro de los mitos.
Desde Londres hasta Huntingdon los investigadores seguirán el rastro del misterio que incumbe a la familia que da título a la partida.
Y acabarán descubriendo que el origen de todo lo ocurrido está en el corazón de África.
La última partida es nameless city, nameless terrors y está basada en el relato the nameless city de H.P. Lovecraft, para cualquiera que se haya leído el relato será obvio que la misión de los investigadores en esta ocasión va a ser buscar la ciudad perdida de Irem.
Cabe destacar que a pesar de no ser un suplemento visualmente atractivo las partidas se notan trabajadas y todas las ayudas que encontramos son funcionales y útiles.
El autor nos recomienda leerse los relatos en los que están basadas las partidas antes de dirigir cualquier de ellas, lo que no me acaba de quedar claro es si los jugadores deberían habérselos leído también o mejor que no, por una parte si se lo han leído pueden tener mas información de la que sería conveniente durante las partidas, por otra si no se los han leído se perderán parte de la gracia de jugar partidas basadas en esos relatos. Supongo que yo lo que haría si dirigiera estos escenarios sería recomendar la lectura de los relatos a los jugadores una vez hayamos concluido cada una de las partidas. Dos cosas que me gustaría destacar es que son partidas largas (dos de 60 páginas, una de 40 y otra de 20) y que se nos dan guías para unirlas en forma de campaña, algo que siempre me resulta atractivo.
Un suplemento muy interesante.
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