Un escritor falto de inspiración y de dinero para pagar sus facturas ve en el escaparate de una casa de empeños una almohada que perteneció al mismísimo H.P. Lovecraft, pensando en que durmiendo con ella le llegará la inspiración no duda en cambiarla por su portatil. El corto dura unos diez minutos y está en inglés sin subtítulos.
¿Que me ha parecido? Genial corto que me ha hecho pensar en un par de cosas, el fetichismo en el que acabamos cayendo los fans que compramos compulsivamente objetos relacionados con aquello que admiramos, y el bloqueo del escritor, ¿hasta donde se puede llegar para lograr inspiración?
1 comentario:
Un argumento la mar de curioso.
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