Esta partida apareció originalmente en la revista The Unspeakable Oath pero la fama que obtuvo y la imposibilidad de encontrar aquellos primeros números de la revista hicieron que la editorial Pagan Publishing la reeditara en un volumen independiente.
Son unas 30 páginas grapadas y utiliza el sistema de juego de La llamada de Cthulhu.
Los autores son los clásicos de Pagan Publishing, y como vemos aquí este sería el primer volumen de la colección The Resurrected, en la que reeditarian material descatalogado.
La partida se sitúa a finales del siglo XX y en ella un grupo de científicos descenderán a gran profundidad en un batiscafo experimental que les permitirá pasear por el lecho marino a unos 450 metros de profundidad.
La tripulación la forman ocho científicos perfectamente detallados, con su ficha, su descripción y su relación con el resto de la tripulación, y aunque es posible jugar la partida con personajes de cosecha propia se recomienda encarecidamente hacerlo con los pregenerados.
Las páginas centrales se pueden separar y con ellas podemos montar el plano del submarino y de los vehículos auxiliares, para que en todo momento los jugadores puedan seguir la acción situando rápidamente a sus personajes y haciendo que la sensación de aislamiento y la claustrofobia aumenten al ver lo limitado de la zona de juego.
También se recomienda, en la medida de lo posible, ambientar adecuadamente la partida, aislando a los jugadores que se separen (cosa que pasará durante la partida), jugando a oscuras (con linternas, frontales o barras de luz) y acompañando la narración de efectos de sonidos del fondo marino o del sonar de un submarino.
Más que nada porque la originalidad y la genialidad de la partida radica en la situación desesperada en la que se verán implicados los personajes, no quiero explicar más de la cuenta pero básicamente a 450 metros de profundidad se toparán con un terror inimaginable al que no podrán hacer frente y del que no podrán huir fácilmente.
Es una partida preparada para ser jugada en una sola sesión, y es ideal si se quiere hacer pasar un mal rato a los jugadores (en el buen sentido), hará que tengan que esforzarse al máximo para alargar la agonía y, en el mejor de los casos, conseguir salir vivos de ese infierno.
Tiene una pinta estupenda, y la idea de ambientación con varios efectos es genial. Molaria jugarla.
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