Este juego de mesa lovecraftiano vio la luz gracias a una recaudación de fondos en Verkami, creado por Miguel Brugue, ilustrado por Evelt Yanuit y editado por GDM Games estamos ante un juego que ya desde la ilustración de la caja llama poderosamente la atención, voy a intentar explicaros como se juega para que podáis decidir si es de vuestro agrado.
Las instrucciones están en cinco idiomas y los elementos propios del juego (tablero y cartas básicamente) no tienen texto, es una fórmula que cada vez se utiliza más y que me parece muy interesante, la mecánica del juego no se resiente y se puede vender por todo el mundo sin ningún problema.
Pueden jugar de una a cuatro personas, recomendado para mayores de 8 años y una partida, según el autor, durará aproximadamente media hora.
Aquí podéis ver el tablero de juego, básicamente vamos a ser sectarios que lucharemos por ser el primero en invocar al Gran Cthulhu, para ello iremos colocando fichas en esta espiral de velas.
En el reverso encontramos un tablero para jugar en solitario, esta opción de juego nació como recompensa en Verkami y me parece la mar de interesante, no tanto para jugar solo como para aprender a dominar las mecánicas del juego de una forma amena y entretenida.
Las reglas ocupan 32 páginas, aunque como os decía antes están en cinco idiomas, por lo que realmente son seis páginas las que deberemos leernos para aprender a jugar.
Las instrucciones por tanto son breves y concisas, se incluyen ejemplos y el juego se entiende fácilmente, aunque luego a mí me salió alguna duda probándolo y eché en falta unas FAQ.
Al final del libro tenemos los agradecimientos (no he sido capaz de encontrarme en la lista, estoy maldito) y los créditos.
En la caja encontramos, aparte de los tableros, los cubiletes que representarán el Conocimiento Arcano de cada jugador, y una serie de cartas divididas en dos grupos, las de Grimorio (hechizos, objetos y maldiciones) y las de Ingrediente.
Las de Ingrediente son las de reverso marrón y pueden ser básicamente de cuatro colores, estos colores nos ayudarán a comprar y activar las cartas de Grimorio durante la partida para colocar nuestros cubiletes y avanzar así hacia la victoria.
Al inicio de la partida prepararemos el tablero con la miniatura de Cthulhu (preciosa, por cierto) en el centro, situaremos a un lado el tablero de Grimorio (con seis mazos de cartas) y al otro lado el mazo de Ingrediente, cada jugador situará delante suyo los cubiletes del color que elija y ya estaremos listos para empezar la partida. Empezará el que tenga los ojos más saltones, la Marca de Innsmouth servirá de algo por fin.
Al principio de nuestro turno rellenaremos la mano hasta que tengamos siete cartas de Ingrediente, con estas podremos adquirir alguna de las cartas de Grimorio disponibles y podremos hacerlo de dos maneras, podemos pagar el coste indicado en la parte superior izquierda de la carta para activar el efecto de su parte inferior, o podremos descartar tantos ingredientes iguales como indique la parte superior derecha de la carta para colocar cubiletes de nuestro color en el tablero.
Cada vez que utilicemos una carta de Grimorio la descartaremos y mostraremos una nueva de ese mazo, cuando sale una Maldición jugaremos una ronda de subasta entre todos los jugadores para ver quien se la queda, y si lo que sale es un Objeto podremos comprarlo y quedárnoslo en la mano hasta que queramos utilizarlo.
La miniatura de Cthulhu va avanzando cuando se cumplen ciertas condiciones, normalmente cuando aparecen maldiciones o cuando algún jugador tiene que colocar cubiletes y no le quedan, y la partida finaliza cuando Cthulhu alcanza una cierta posición en el tablero o cuando un cubilete de un sectario queda adyacente a ella, en ambos casos ganará el jugador que haya conseguido colocar más cubiletes en el tablero, y en caso de empate ganará el que tenga un cubilete más cerca de la miniatura de Cthulhu.
Respecto al juego en solitario es una versión sencilla del multijugador, solo tendremos un cubilete que irá avanzando por un lado del tablero mientras la miniatura de Cthulhu avanza por el otro, el primero en completar el recorrido gana.
Es un juego muy recomendable. No hay gran variedad de cartas, por lo que enseguida las conoceremos todas y podremos jugar sacándole el máximo provecho a la estrategia. Aunque el juego tiene una alta dosis de azar, su principal ingrediente es el puteo, es básicamente un juego de avanzar cuanto podamos mientras vamos frenando a los demás, y en el que si alguien destaca acabará haciendo que sus rivales se centren en él, por lo que difícilmente nadie conseguirá colocar todos sus cubiletes en el tablero (en las partidas que yo he jugado no ha pasado), pero a pesar de eso la mecánica del juego es muy dinámica y consigue que las partidas no se eternicen y que acaben rondando la media hora que nos marcan en la caja. En resumen: un juego bien pensado, bien probado y bien producido, a ver si sirve de ejemplo y más gente se anima a publicar sus prototipos vía Verkami.
Parece interesante, gracias por el aporte.
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