Cthulhu Realms es un nuevo juego de cartas lovecraftiano creado por Darwin Kastle, publicado en inglés por White Wizard Games con licencia de Tasty Minstrel Games y que nos llega ahora en castellano de la mano de EDGE Entertainment.
Es un juego para entre dos y cuatro jugadores de más de 14 años y las partidas rondaran la media hora, en él representaremos a sectarios que contemplan en primera fila el despertar del gran Cthulhu y que lucharán por ser los que se sienten a su lado mientras este esclaviza o aniquila a la raza humana.
En el interior de la caja encontramos un montón de cartas, un tablero para cada jugador, y contadores para medir la cordura que nos queda, además de unas bolsitas de plástico para guardarlo todo ordenadamente.
Las instrucciones son sencillas, es uno de esos juegos que tienen la virtud de que se entienden fácilmente y se explican muy rápido, además en cada tablero tenemos el resumen de los símbolos que podemos encontrar en las cartas, lo que siempre es de agradecer ya que podremos olvidarnos de consultar el libro cada dos por tres.
Este juego es, básicamente, un deckbuilder (constructor de mazos) en el que deberemos ir consiguiendo cartas cada vez mejores para ir haciendo perder cordura a nuestros rivales mientras protegemos la nuestra. Las cartas tienen un coste y unas habilidades que nos permitirán tener un mazo cada vez más poderoso, con la peculiaridad de que en este deckbuilder no nos limitaremos a hacer lo que suele hacerse en este tipo de juegos (comprar la carta más cara que podamos, que es algo que detesto porque acaba convirtiendo las partidas en algo totalmente aleatorio) sino que aquí no es la carta individualmente la que hará potente nuestro mazo sino que será la combinación de las diferentes cartas que vayamos comprando lo que marcará las diferencias, hay cartas de varios colores y habilidades secundarias que solo podremos activar si por ejemplo ese turno jugamos cartas de un color concreto, lo que a la larga hará que tengamos que pensarnos que carta comprar no por su habilidad individual sino por lo útil que será combinada con las que hemos comprado anteriormente.
Las diferentes habilidades que tienen las cartas son: coger cartas (o descartarlas), eliminar cartas del juego, comprar cartas, ganar o perder cordura, destruir localizaciones o conseguir cartas que se intenten eliminar del juego, y la partida la ganará el último jugador con cordura.
Como habréis visto las cartas tienen un toque humorístico y unas ilustraciones muy chulas, y por una vez si comparamos la caja con la original salimos ganando, en las cartas no se nota pero en el libro con las reglas si, es mucho más manejable el traducido que el original.
La mecánica está muy bien conseguida para ser un juego tan sencillo y rápido, hay mucha interacción entre jugadores y eso lo convierte en un buen filler, a mi es un tipo de juego que, por saturación, me tiene algo aburrido, sin embargo a este le he dado más caña de la que esperaba darle inicialmente y eso siempre es una buena noticia, un juego baratito que desprende muy buen feeling.
PS: Si os gustan los solitarios no os perdáis las reglas alternativas para jugar solo a este juego, las podéis leer en BGG.
1 comentario:
Hace relativamente poco que descubierto los deckbuilders y, a priori, parece interesante. Las ilustraciones, tal como dices, son muy chulas. Sinceramente, no le iba a dar muchas oportunidades pero al comentar que les has dado mas juego del esperado creo que vale le pena darle una oportunidad. Gracias por la reseña.
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