Hoy quiero hablaros de una gran campaña para el juego de rol Call of Cthulhu, seguramente la gran campaña más desconocida de todas las que existen para este juego, ¿os suena?
Se trata de Walker in the Wastes, escrita por John H. Crowe III y publicada por Pagan Publishing en 1994.
Es un libro de 222 páginas encuadernado en rústica, y seguramente es poco conocida porque en su día debió tener una tirada muy limitada, su indudable calidad viene reflejada en los precios a los que se encuentra esta campaña en las webs de segunda mano, algo prohibitivos.
El inicio de la campaña no podía ser más evocador, los investigadores formarán parte de una expedición que seguirá la pista de una expedición anterior de la que no se ha vuelto a saber (concretamente la expedición perdida de Franklin, basada en hechos reales), y si esto os parece poco original deberíais saber que esta es anterior a Más allá de las montañas de la locura. Tras un inicio frenético en el Ártico los investigadores se enfrentarán a un reto global que les llevará por medio mundo, lo que hace que esta campaña tenga ese regustillo tan clásico.
Eso si, esta campaña no es como el Orient Express, que prácticamente no hace falta leérsela completa y se puede ir preparando capítulo a capítulo, aquí tanto el Guardián como los jugadores tendrán un reto importante por delante, es una campaña con mucha chicha, con unos antagonistas realmente peligrosos y en la que un paso en falso puede dar al traste con la investigación, en ese aspecto recuerda al otro gran clásico: Las máscaras de Nyarlathotep. De hecho junto a estas que os he ido mencionando solo me vienen a la cabeza otras dos grandes campañas, y ambas vamos a tenerlas en castellano en breve: Los harapos del Rey y Mentiras Eternas (que aunque sea para El rastro de Cthulhu me vale igual), evidentemente hay otras buenas campañas lovecraftianas pero yo las sitúo un escalón por debajo de estas.
No suelo ser muy fan de las tradumaquetaciones, pero ya que Entwistle se ha tomado la molestia de enviarme fotografías de esta edición impresa y encuadernada de manera magistral que menos que compartirla con vosotros, no quiero dejar enlaces porque a pesar de que me parece admirable el trabajo que han hecho sus autores no suelo estar muy de acuerdo con algunas de las webs en las que se alojan estos trabajos, en las que suelen compartirse por igual tradumaquetaciones de material que jamás veremos traducido a nuestro idioma (bien) y escaneos de libros que si que podemos encontrar aún en tiendas (mal). Bien y mal según mi criterio moral actual, que ni es el mismo que hace unos años ni será el mismo dentro de un tiempo, que yo soy mucho de Groucho Marx: "Estos son mis principios. Si no le gustan... tengo otros".
PS: ¡Legendoides! ¡Yo os invoco! ¿Verdad que tenéis por ahí colgado el audio del primer escenario de esta campaña? Es que recuerdo lo del Narval (jeejee) pero no encuentro el audio, dejarlo en comentarios si está subido, ¡gracias!
Siempre he dicho, que de dirigir una campaña larga, sería está. La errática partida que comentas se puede escuchar aquí
ResponderEliminarhttp://www.legendoides.com/partidas-de-rol/the-dead-of-winter/
Fue mi estreno con los legendoides en la dirección online, así que perdón de antemano.
Se me ha olvidado mencionar que no dices nada de un punto clave de la campaña. Los zepelines, montones de ellos, batallas entre ellos. ¿Quién se puede resistir a eso?
Eliminar¡Hombre! Que buenos recuerdos los de esta primera partida del módulo que nos dirigió Sr. Perro a los Legendoides. Vlad y su comportamiento errático, Fran y su esquimal Nanuk que era mucho menos eficiente que nuestro PNJ esquimal Puyita, Trapalanda y sus predicciones meteorológicas, ... Un clásico.
ResponderEliminar¿Es tan larga la campaña? ¿Se puede ir cerrando de alguna manera con sesiones autoconclusivas? Porque realmente apetecería reunir al quinteto inicial para continuarla. ^.^
Gracias, siempre es un placer leeros por aquí ;)
ResponderEliminarY ahí va mi +1 para que la sigáis jugando, ¡molaría mucho!
Otra gran campaña de este gran juego sólo apta para gente con ganas de jugarla.
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