Hacía mucho tiempo que tenía pendiente esta película, es por esa enfermedad mía que me obliga a ver cualquier cosa que tenga tentáculos en su póster... cuando por fin me animé a verla descubrí que era para todos los públicos y que detrás de ella estaba Nickelodeon, lo que retrasó una vez más su visionado. Sin embargo, ya con la convicción de que sería el bodrio más grande que había visto jamás, llegó el día en que me lié la manta a la cabeza y me puse a verla, a los dos minutos decidí desliarme la manta porque no veía nada y tenía mucho calor, con lo que me acabé perdiendo los primeros minutos de la película, aquellos en que los capos de una compañía petrolífera ordenan perforar más allá de donde nunca ha perforado nadie para dar con un horror primigenio que yace bajo la plácida isla de ignorancia en la que vivimos... o algo así, tampoco es que importe mucho, porque el peluchín es adorable, por lo tanto ni horror primigenio ni ná.
¿Qué me ha parecido? Vale, no es la peor película que he visto en mi vida, ni siquiera es la peor que he reseñado en este blog, pero si hiciera un top 10 de bodrios infumables seguramente tendría su huequecillo, es muy infantil y tonta, igual si queréis ver algo tentacular con vuestros hijos esto puede serviros, pero vamos también podéis dejarlos y que la vean ellos solitos (aunque es PG, si optáis por esta última opción seguramente estaréis siendo unos malos padres).
PS: No se me ocurría manera más cutre de despedir este año de mIeRd@ que reseñando esta película, ¡ojalá el próximo sea mejor! ¡Espero que todos tengáis una feliz salida de año y un muy feliz 2018!
1 comentario:
¡¡Igualmente, feliz año!!
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