Crónica de mi paso por Córdoba 2018

Me apetece mucho narraros todo lo que viví durante mi visita al Festival Internacional de Juegos Córdoba 2018, ya os dije que no soy mucho de ir a este tipo de eventos, sobre todo porque me da mucha pereza, pero la figura de Sandy Petersen * y el apoyo de las dos personas que finalmente me acompañaron me animaron a hacer las maletas, y suerte que lo hice, porque me habría perdido muchas cosas en caso contrario. 

* Sandy Petersen (el señor en el centro de la fotografía anterior), por si alguien no lo conoce, es la persona que hace casi cuarenta años creó el juego de rol Call of Cthulhu, el juego con el que mejores momentos lúdicos he pasado en mi vida, del que soy ferviente coleccionista y el que me motivó y empujó a crear este blog, por lo tanto entenderéis que es una persona a la que admiro y, en cierta manera, adoro y reverencio.

Llegamos el viernes a las 14 horas y por lo tanto nada más llegar ya nos habíamos perdido un par de eventos interesantes que estaban programados para el viernes por la mañana: una charla de Sandy Petersen explicando cómo crear una partida de horror, y la presentación de Tesoros de Córdoba, una partida para La llamada de Cthulhu que vendieron durante el festival. Pero bueno nuestro objetivo era llegar a la sesión de firmas de Sandy Petersen y ahí estuvimos, de los primeros en la pedazo de cola que se formó, fue tal la afluencia de gente que se nos dijo que Sandy solo firmaría, sin dedicatorias, por no eternizar la sesión. Yo le llevé un par de cosas, tres en realidad pero de la tercera no puedo hablar, el Call of Cthulhu Keeper's Rulebook y "su libro", el Petersen's Abominations:

La tercera será un misterio para siempre, pero mirad la cara de fascinación de Mr. Petersen cuando le enseñé lo que había impreso en esa lámina:

Posteriormente cuando me hice con el Tesoros de Córdoba también me lo firmó, de hecho también me lo firmaron sus dos autores, por cierto tengo más dedicatorias en casa para Susurros EN la oscuridad que para Susurros DESDE la oscuridad, supongo que elegí mal el nombre  :)

Y el colofón del viernes por la tarde fue una partida de Cthulhu Wars explicada por el gran Pablo, un lector del blog y la persona que más domina este juego de las que conozco, se nota su conocimiento y fascinación cuando escuchas sus explicaciones llenas de lore y de experiencia, un auténtico crack, ¡gracias por hacernos sitio en esa partida!

Como el juego básico es para 4 yo no jugué, aunque sea algo muy raro en mí el buen ambiente reinante hizo que me apeteciera socializar y ver cosas más que sentarme a jugar. De hecho había visto que por allí cerca Sandy Petersen estaba explicando algo y me fui para allá a ver qué era, estaba testeando el prototipo de su juego de mesa Hyperspace, supongo que lo veremos en un futuro no muy lejano en Kickstarter (parece que enero), es un juego de conquista espacial en el que una de sus facciones son los Old Ones lovecraftianos, por lo tanto me temo que lo veréis reseñado por aquí tarde o temprano.

Los que me sigáis por las redes sociales ya sabéis que fui compartiendo la experiencia más o menos en directo, una de las cosas que más lo petaron fue el póster/catálogo (un A2 con la portada de Los harapos del rey en uno de los lados) que regalaba por ahí Edge Entertainment mostrando por primera vez las portadas de la séptima edición de La llamada de Cthulhu y de Arkham Horror tercera edición.

Es una forma oficial de saber de su existencia y de comprobar además que tiene toda la pinta que vamos a tener de una sola tacada el Manual del Guardián, la Guía del Investigador y la pantalla con todos sus extras (que esta viene cargadita, tenéis la reseña aquí).

El sábado por la mañana conocí a alguna gente de la organización, a los autores de El tesoro de Córdoba, a algunos miembros de Malaga Quest (incluido el gran Tilmöst) y estuve curioseando por ahí y chafardeando todo lo que olía a Mitos de Cthulhu, que para mi sorpresa fue bastante más de lo esperado.

Uno de los pocos a los que quería saludar y con quien no tuve ocasión de coincidir fue con Jose de MasQueOca, pasé por su stand varias veces pero no logramos coincidir, eso si, estuve un rato viendo una partida del Auztralia y no veas que pinta, de momento solo tienen el prototipo pero por lo que me dijeron estará en tiendas este año:

Sandy Petersen también estaba por allí, en esta ocasión probando en varias mesas su nuevo juego Evil High Priest, del que participé en el Kickstarter, por lo que tendréis reseña tan pronto lo reciba. Aquí tenéis fotos de las partidas del sábado y del domingo:

Durante la entrega de premios Sandy Petersen tuvo unas amables palabras para Greg Stafford, que falleció inesperadamente durante el festival, en las que reconoció que el mérito de Call of Cthulhu se lo ha llevado él pero nada hubiera sido posible sin las decisiones que tomó Greg durante principios de los años 80, recordemos que Greg Stafford le encargó la escritura de Call of Cthulhu a un autor del que nada se sabe hoy en día y no convencido con el resultado lo acabó descartando para encargárselo a un joven friki que sentía verdadera pasión por el tema: Sandy Petersen.

Y el sábado por la tarde llegó el plato fuerte, decir que jugar una partida de Call of Cthulhu dirigida por Sandy Petersen fue un sueño hecho realidad sería quedarme corto, porque sinceramente es algo con lo que ni siquiera me había atrevido a soñar jamás. De hecho era altamente improbable que este señor de Texas (EE.UU.) y yo coincidiéramos en el espacio-tiempo, ¿pero que nos sentáramos en la misma mesa? Lo dicho, algo tan improbable que nunca me había planteado que pudiera ocurrir.

Y por eso me siento un privilegiado, cuando me dijeron que había un sitio para mí en esa mesa no me lo podía creer, para un fan de Call of Cthulhu y de este señor como yo es tocar techo, en mi mundillo lúdico ya no puede haber nada más grande ni importante, por eso estaré eternamente agradecido a la organización del festival por darme esta oportunidad, nunca lo olvidaré.

Sandy nos dirigió una partida titulada The Monster of Poznan, un escenario ambientado en Polonia que ha escrito para la séptima edición polaca de Call of Cthulhu, nos permitió crear personajes con un sistema rápido y eso lastró algo el inicio de la partida, porque no nos hicimos un grupo demasiado coherente o preparado para la investigación que teníamos por delante.

Dirigiendo se le notan muchas tablas, es un hombre que sabe mucho y de todo, es muy hábil encontrando soluciones ingeniosas para cualquier problema que pueda surgir durante la partida y eso hace que esta fluya constantemente. Dirige sin pantalla y no interpreta demasiado a los personajes no jugadores, pero su presencia llena la mesa y es un guardián que infunde respeto, ojalá se me haya pegado algo.

La partida está ambientada en Poznan (Polonia), donde el grupo es "contratado" para vigilar unas actividades sospechosas en uno de los viejos fuertes militares abandonados de la ciudad, es un escenario de corte clásico en el que la fase de investigación nos vino algo grande porque no habíamos creado un grupo demasiado bien preparado para afrontarla (por eso yo defiendo siempre los pregenerados para este tipo de partidas), cuando conseguimos acceder a la zona clave de la partida los hecho se precipitaron y la recta final estuvo repleta de acción en la que tuvimos un par de bajas. La partida duró unas cinco horas y nos lo pasamos muy bien, creo que algunos estábamos superados por la situación pero a pesar de ello disfrutamos muchísimo de esta experiencia única e irrepetible.

Y nada más, tras esa partida el resto del festival fue entretenido pero ya nada pudo ni podrá superar (lúdicamente hablando por lo menos) aquel momento. Fuera del festival también pasaron cosas, pero hicimos poco turismo, algo de Mezquita by Night y gastronomía de esa que se puede resumir en una sola fotografía:

En fin, lo dicho, muy agradecido tanto a la organización por darme la oportunidad de jugar la partida de rol de mi vida, como a todos los que han tenido un momento para charlar conmigo, han sido varias las personas que me han agradecido la labor que hago con este blog y eso reconforta, es alimento para el espíritu. Me ha sorprendido muy gratamente el ambientazo y la gran afluencia de gente, es un festival de juegos que no me extraña que haya conseguido su nicho en el panorama lúdico nacional, sin duda lo merecen. Para mi lo único malo es que cualquier festival de este tipo al que vaya a partir de ahora me va a saber a nada, lo que he vivido en Córdoba es insuperable.

¡Nos jugamos!