3 de septiembre de 2020

La bestia no debe nacer

Los que participamos en la preventa de la campaña La bestia no debe nacer de Shadowlands ya hace unas semanas que tenemos en nuestro poder la edición digital de la misma, y hemos podido comprobar que le han dado un buen lavado de cara a este clásico imperecedero de Ricard Ibáñez.


Son 113 páginas en color, en tonos sepia principalmente. Cuando alabé la tremenda calidad gráfica de Vástagos de Shub-Niggurath me temí que en cierta manera la editorial pudiera estancarse en aquel estilo creativo, que a pesar de ser maravilloso puede llegar a cansar si se convierte en un estándar, sin embargo con este libro comprobamos que van a intentar darle el toque adecuado a cada campaña que publiquen, eso comporta un trabajo extra con el que a veces acertarán y otras no, pero que desde luego hay que alabar.


La campaña como ya sabréis se fue publicando hace muchos años (¿30?) en la revista Líder, por aquel entonces sus cinco capítulos nos llegaron por separado y para muchos fue la primera vez que nos lanzamos a dirigir una campaña. En mi caso por aquel entonces había dirigido ya alguna partida suelta de La llamada de Cthulhu, pero esta sería la primera vez que me lanzaría en serio a dirigir regularmente y la cosa saldría realmente bien, gracias a esta campaña me convertí en el Guardián de cabecera de mi grupo de juego habitual y detrás de esta vendrían muchas otras, casi podría decir que gracias a esta campaña existe Susurros desde la Oscuridad y mi vida tal como la conozco, porque si cuando dirigí esta campaña hubiera salido mal o a mis jugadores no les hubiera gustado seguramente me habría dedicado a algún otro juego.


En esta nueva edición se ha añadido un prólogo para jugar con personajes pregenerados, el sistema de juego por cierto es Cthulhu d100, el que ahora sí ya se confirma que va a ser el estándar lovecraftiano de la casa, en su edición original el sistema de juego era el de La llamada de Cthulhu, pero ya sabéis que ambos sistemas son totalmente compatibles y que, a poco que los dominéis, podéis convertir al vuelo de un lado para el otro.


Una de las cosas que más me han gustado de este libro es la cartografía de Calmujo, uno de mis principales hándicaps dirigiendo es que tengo cada vez peor memoria, y a pesar de que puedo describir una casa o escenario seguramente no recordaré los detalles la próxima vez que los investigadores lo visiten, por eso este tipo de planos con perspectiva isométrica me ayudan un montón, porque dejan poco a la imaginación y eso a mí por lo menos me facilita mucho la vida. 


Otra cosa que sobresale es el arte de Marlock, hay mucha ilustración a doble página, retratos de PNJs y material realmente inspirador que acompaña perfectamente a la lectura.


Respecto a la campaña en sí empieza en la Primera Guerra Mundial y transcurre a lo largo de los años siguientes mientras los investigadores descubren que forman parte de un grupo de elegidos y que si no hacen nada por evitarlo les espera un destino aciago.


De hecho lo de que la campaña empiece en la Gran Guerra en su día me pareció una idea tan genial que muchos años después, cuando inicié una gran campaña compuesta por multitud de escenarios individuales, lo hice con el Tierra de Nadie utilizando las reglas y secuelas que encontramos en este libro, creo que es ideal cuando vamos a jugar una campaña en los años 20, ya que el ejército es el lugar perfecto para que se conozcan investigadores de cualquier índole y para que formen un lazo de camaradería imperecedero.


Eso si, no debemos olvidar que como he dicho antes esta campaña fue escrita al inicio de los tiempos (roleros al menos), por lo que debemos etiquetarla como clásica para lo bueno y para lo malo, yo como os he dicho no puedo ser objetivo porque le profeso devoción a esta campaña y a su autor, por lo que ya me comentaréis si sois tan amables qué tal ha envejecido los que podáis leerla con cierta perspectiva.


Por cierto hablando del autor parece que Shadowlands va a publicar también una nueva edición de La piel de toro, un suplemento que nos habla de la España de los años 20 y que ya ha visto un par de ediciones anteriormente, una gran noticia que Shadowlands y Ricard Ibáñez sigan colaborando.


Este tipo de productos no hacen más que mostrar la época dorada que está viviendo ya no solo el rol en general sino el rol lovecraftiano en nuestro país, creo que nunca habíamos tenido tantas editoriales publicando al mismo tiempo y eso es una maravilla, ¡espero que dure!




PS: En el marco de las cuartas jornadas de rol Oci Ficció me han hecho una entrevista y la han subido a Youtube, por si os interesa echar una horita con esta buena gente y conmigo:



2 comentarios:

Max dijo...

Todavía no me la he leído pues estoy esperando al libro físico. Teniendo en cuenta que no la he jugado, la verdad es que le tengo muchas ganas porque la tengo por una campaña mítica que dejé pasar en su momento (aunque tiene 30 años y yo llevo en esto 25, así que no llegué a verla publicarse "en directo").

Una pregunta desde el desconocimiento, ¿a qué te refieres con que también es clásica para lo malo? ¿Mucho railroad?

Tristán Oberón dijo...

Conste que yo estoy como tú, no me la he leído en espera del físico, por lo que hablo desde el recuerdo. Pero para mí tiene cosas que en su día eran tremendamente originales y que igual hoy ya están algo trilladas, y por supuesto su linealidad es evidente, aunque eso yo sigo sin considerarlo a día de hoy un defecto en este tipo de campañas (para mí se convierte en defecto si el Guardián no es capaz de disimularlo y los jugadores lo notan demasiado).