The Seals of Cthulhu es un juego de mesa lovecraftiano publicado por Thing 12 Games vía Kickstarter, un filler de apuestas rápido y sencillo que en cierta manera me recuerda a uno de mis fillers favoritos: ¡No gracias!
Es un juego de mesa para dos jugadores mayores de 10 años, y las partidas rondarán los 15-20 minutos. La presentación en una caja imantada con protección de plástico es un lujo, aunque el juego en realidad consta solamente de unas pocas cartas y marcadores de madera que se pueden transportar fácilmente en una bolsa de tela también incluida.
Las instrucciones son breves y sencillas de leer, representa que uno de los jugadores lleva a los sectarios y el otro a los investigadores, y ambos lucharán por obtener el control de una serie de artefactos de poder que nos permitirán invocar al gran Primigenio si somos los sectarios o evitarlo si somos los investigadores.
La mecánica del juego es muy sencilla, cada jugador tiene su propio mazo con la mitad de cada artefacto, el jugador activo jugará boca abajo una carta en el centro de la mesa y se apostarán unos marcadores para ver quién se la queda, una vez adjudicada se coloca boca arriba frente al jugador que la haya ganado, el otro se queda los marcadores apostados y se juega una nueva ronda.
La clave del juego está en ir completando esos artefactos juntando sus dos mitades, consiguiendo cartas jugadas por el rival podremos posteriormente intentar completar el artefacto jugando la mitad que tenemos nosotros, pero si el rival ve nuestra intención apostará fuerte para evitarlo... pero claro, a la que empecemos a meter faroles en la ecuación para sangrar las reservas del rival antes de jugar las cartas que nos interesan el juego empieza a ganar interés y emoción, y por si fuera poco además de los objetos y artefactos tendremos un Primigenio que también quiere divertirse con nosotros.
Como podéis comprobar en las fotografías la calidad de los componentes es muy buena, aunque al final todo se reduce al contenido de esta bolsa, por lo que además tiene la virtud de ser uno de esos fillers que podemos llevar encima sin miedo a que se rompa la caja, y podremos sacarlo para jugar siempre que tengamos quince o veinte minutos por delante.
Completar los artefactos nos otorgará algún beneficio, además el personaje con el que juguemos también nos dará alguna ventaja (suelen ser de un solo uso por partida), lo que hace que a pesar de contar con pocos componentes solamos tener siempre por delante partidas diferentes y entretenidas.
Como os decía al principio en cierta manera este juego me recuerda al ¡No gracias!, es de esos fillers sencillos a los que no te cansas de jugar, sin ser especialmente complicado con cada partida, y a medida que vamos conociendo las propiedades de los diferentes artefactos el juego va ganando enteros, además cabe destacar que ambos jugadores tienen las mismas cartas (la mitad de cada artefacto) y las tienen todas en sus manos, por lo que aquí hay cero azar, en igualdad de condiciones tenemos por delante todo un mundo de mentiras y engaños que explorar.
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