Este es uno de esos juegos de mesa que no conocía de nada y que me compré al ver que tenía expansión lovecraftiana, sé que no debería morder este tipo de anzuelos tan a menudo, pero la carne es débil, y como veremos reseñando este juego de mesa, frágil. Grind House es un juego de mesa colaborativo de terror narrativo.
Aunque posiblemente esa etiqueta le venga algo grande, como veremos en breve. Lo ha publicado Everything Epic, es un juego para entre dos y seis jugadores mayores de 14 años y las partidas rondarán los 20-30 minutos, por lo que acaba siendo un juego de esos que queda en tierra de nadie, aunque yo tras probarlo lo consideraría un filler algo crecidito.
A nivel de componentes el juego es muy completo, de hecho es lo que para mí descompensa a un juego de este tipo porque acaba haciendo que resulte caro para lo que realmente es y para lo que va a salir a mesa, eso a la larga hace que sea un producto menos comercial de lo deseado por sus creadores.
En esencia es un juego colaborativo en el que llevaremos uno de esos tableros con un personaje (que solo definen nuestro color), y una carta de persona que sí que nos dará unos instrucciones secretas que deberemos cumplir durante la partida, entre las que suele haber un objetivo con el que lograremos ganar la partida y unas habilidades de fantasma por si morimos, y es que en este juego aunque muramos seguiremos jugando como espíritu venido del más allá, algo que para mí siempre es de agradecer.
El tablero de neopreno es muy resultón, en él vemos la casa a la que nos han enviado y en la que deberemos sobrevivir una noche para ganar una enorme cantidad de dinero, la contraprestación es que podremos morir en ella o salir con menos miembros en nuestro cuerpo de los que teníamos al entrar. Elegiremos al azar cuatro cartas de habitación y una de habitación final y las situaremos sobre el tablero, y la partida consistirá en girar las cartas de una en una (de izquierda a derecha) y resolver lo que haya en esa habitación, que normalmente serán retos que pongan a prueba nuestro ingenio o nuestra suerte, ya que en muchas ocasiones habrá que tirar dados para ver qué tal salimos de esa habitación.
Al final de la última habitación todos los jugadores revelarán su carta de persona, se adjudicarán una serie de puntos de victoria (dependiendo de lo heridos que estemos y de nuestro objetivo secreto) y se determinará un ganador. Una de las cosas que más me han gustado de este juego es su alta rejugabilidad, como hemos visto en cada partida vamos a utilizar cinco cartas y en el básico vienen más de 50 de habitación normal y más de 15 de habitación final, por lo tanto eso garantiza que jugaremos muchas partidas antes de repetir alguna de esas habitaciones.
El juego es narrativo porque cada una de las cartas de habitación lleva un texto en el que se nos describe esta habitación y las instrucciones que deberemos seguir para salir de ella, pero nada más, no se espera que haya nada de narrativo por parte de los jugadores más allá de que les pueda apetecer explicar cómo sus personajes son mutilados, algo que por cierto es muy visual porque sobre el tablero de jugador con la figura del personaje se van colocando unas piezas de cartón que dejan ver esos miembros malheridos o mutilados, por lo tanto cada localización podríamos decir que tiene dos puntos de golpe, y si recibimos dos de estos golpes en cabeza o torso habremos muerto y regresaremos al juego como espíritu que intentará ayudar (o perjudicar) a sus viejos colegas de aventuras.
Respecto a esta expansión lovecraftiana es como las otras dos que vienen repartidas entre el básico y esta (Krampus y Carnival), una serie de habitaciones particulares de esa ambientación y unas mini-reglas para ampliar la experiencia del juego básico (las de cordura en el caso que nos ocupa), nada del otro mundo pero sí que en mi caso es algo que me anima a sacar el juego a mesa de vez en cuando, la excusa de los Mitos de Cthulhu, ya sabéis :)
En fin, una de esas compras compulsivas de las que no me he arrepentido pero a la que tampoco le sacaré demasiado provecho, el juego me ha parecido entretenido y realmente sus partidas se juegan en quince o veinte minutos, por lo que al no tener prácticamente despliegue cumple bien su función de filler, si lo encontráis por ahí baratito dadle una oportunidad, pero no creo que merezca la pena adquirirlo a su precio original, y menos trayéndolo de importación...
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