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22 de septiembre de 2021

War for Chicken Island + Yolk-Sothoth + Cluckthulhu

¡Guerra por la isla de los pollos! La isla es demasiado pequeña para tanto pollo disidente y las facciones llevan tiempo planificando la destrucción de sus enemigos, las máquinas de guerra están listas y ha llegado el momento, ¡no va a salir pollo con cabeza!


Este juego de mesa acabó en mis manos porque descubrimos en Dungeon Marvels un par de expansiones lovecraftianas: Yolk-Sothoth y Cluckthulhu, luego vi que todo había salido de un Kickstarter y a pesar de que en un principio solo me había comprado las expansiones por coleccionismo me acabé haciendo también con el juego básico.


Es un juego para entre uno y cuatro jugadores mayores de 10 años, y se calcula una duración de entre 20 y 30 minutos por jugador, aunque en la BGG nos dan una horquilla de 30-240 minutos, ¡toma ya! 


El autor es Iván Escalante y lo ha publicado Draco Studios.


Lo primero que llama la atención es que la calidad de los materiales es estupenda, empezando por la enorme caja y acabando por las muchas miniaturas todo destila calidad y buen hacer, en ese sentido todo un ejemplo a seguir.


Y entrando en materia lo que tenemos aquí es un sencillo juego de guerra con tablero modular, entre todos los jugadores forman una diminuta isla formada por hexágonos y cada uno elegirá un líder que dirigirá su facción en la inminente guerra que decidirá quién gobierne la isla en el futuro.


Tendremos cartas de líder, máquinas de guerra y pollos varios que conformarán nuestros ejércitos, en nuestro turno tiraremos los dados y haremos las acciones que estos nos permitan (más una acción gratuita) para ir dominando el campo de batalla mientras protegemos a nuestro líder, ya que el objetivo de la partida es colocar un marcador de humillación en dos líderes distintos, y estos se colocan cuando los derrotamos en combate.


También tenemos una serie de cartas que nos ayudarán en combate y con distintas acciones del juego, aunque también robaremos algunas que nos afectarán negativamente haciendo cambios en la isla (que tiene un peligroso volcán).



Como os decía al principio me compré el juego por culpa de sus dos expansiones lovecraftianas, la primera era Cluckthulhu y pone un modo colaborativo encima de la mesa, este no he podido probarlo todavía pero vamos, hay que derrotar al gran Cluckthulhu.


Y la segunda es Yolk-Sothoth, que todavía no he podido averiguar para qué sirve.


Porque es que para mí la única gran pega de este juego son sus reglas, está todo traducido al castellano pero de aquella manera, cuesta mucho entender según qué puntos del reglamento y te ves obligado a acudir a las reglas en inglés para según qué cosas.


Pero bueno al final no es un juego complicado, en las primeras partidas que jugamos a dos nos dio la sensación de que era un juego demasiado directo porque enseguida íbamos a atacar con nuestro líder y las cosas se resolvían rápido, luego descubrimos que la idea era más bien construir máquinas de guerra con los que ir a golpear al otro mientras protegemos a nuestro líder. A cuatro jugadores también lo hemos probado y nos ha salido una partida demasiado larga, a pesar de que la isla es diminuta y no hay muchas acciones que podamos realizar el hecho de que estas se hagan a partir de unas tiradas de dados y de que haya tantísimo enemigo delante nuestro hace que cada turno tenga un rato de análisis parálisis que alarga mucho el juego, la sensación que me queda tras haber jugado a dos y a cuatro es que el número ideal de jugadores es tres y con experiencia en el juego, sin duda así será más ágil y frenético.


Eso si, lo que no le quita nadie a las partidas son las risas, tanto leer las instrucciones como jugar las partidas es un cachondeo porque está todo lleno de chascarrillos. Además los líderes no mueren sino que son humillados por lo tanto nadie queda fuera de la partida, y el hecho de que tengas que poner marcadores de humillación en más de un líder distinto hace que no se pueda abusar del más débil y que haya que repartir por todas partes.


Lo malo es que seguramente para lo que ofrece es un juego demasiado caro, la calidad de todo lo incluido en la caja vale cada euro que pagas, pero al final para lo que son las partidas es demasiado dinero.


En fin, un juego divertido pero al que no le veo demasiado recorrido, y es una pena porque ocupa mucho lugar en la estantería, y eso penaliza mucho en mi casa, ¡no seáis gallinas y atreveos con él!




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