Desde Nosolorol nos llega una nueva campaña lovecraftiana autojugable, Tambores de guerra es obra de José Mariano Sáez, autor que recordaréis de Los asesinatos del juguetero, y está ambientada en la España de la primera mitad del siglo XX.
Es un libro de 224 páginas encuadernadas en cartoné, y como suele ser habitual en la editorial con la edición en físico nos regalan la digital. Tiene algunas páginas a color aunque es mayormente en blanco y negro. En teoría esto ya está en tiendas, aunque como siempre también puede comprarse en la web de la editorial: aquí.
El sistema de juego es el de la casa: Hitos. Y la campaña es autojugable porque el sistema está explicado en las últimas páginas del libro, es decir que no necesitaríamos nada más que este libro para sumergirnos en sesiones y más sesiones de rol del bueno.
Ya que la trama transcurre a lo largo de nada menos que 31 años, empezando en 1908 y finalizando en 1939, y consta de cuatro grandes bloques interconectados entre ellos.
Por lo tanto en esta campaña más que en ninguna otra veremos envejecer a los PJs, el autor incluye seis pregenerados con una idea la mar de interesante en mente: todos ellos forman parte o tienen relación con el clero.
Esto me ha parecido interesante porque me ha hecho reflexionar en el esfuerzo que tendrían que realizar los jugadores para jugar una campaña de rol siguiendo las reglas de Dios, cumplir los diez mandamientos mientras avanzamos en la trama puede ser apasionante, divertido y, como digo, todo un reto, a mí solo por eso ya me entran ganas de darle caña a la campaña.
A pesar de que solo me he leído muy por encima los escenarios estos tienen muy buena pinta, se sitúan en localizaciones variopintas y tenemos por delante partes sandbox y otras más lineales, en ese sentido recuerda mucho al esquema de Los asesinatos del juguetero, pero sin duda el autor se le nota ahora una veteranía de la que carecía en su anterior campaña.
Por lo tanto tanto el contenido como el continente es de una calidad netamente superior a la de su predecesora (a la que hay guiños en el argumento, por cierto), además el autor nos propone la posibilidad de jugar la campaña utilizando Cultos innombrables y nada nos evitará trasladarlo a cualquier otro sistema de juego en el que nos sintamos más cómodos, de hecho en el blog del autor este se curró una conversión para dirigir el juguetero utilizando otros sistemas (aquí), y también tiene reflexiones y preguntas y respuestas sobre esta campaña que os reseño hoy, echadle un vistazo si la vais a dirigir porque tiene algunas entradas interesantes: La luna de Lenthor.
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