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21 de septiembre de 2022

Cult of the Lamb

No es ni medio normal el vicio que he tenido esas últimas semanas con Cult of the Lamb, un sencillo juego en el que crearemos una secta y la haremos crecer hasta sus últimas consecuencias, tener enganchados a tus acólitos mientras el juego te mantiene enganchado a ti seguramente es algo digno de estudio, seguramente hay algún mensaje tras todo esto pero como yo soy más simple que el mecanismo de un botijo me he dejado llevar...

Es obra de Massive Monster y lo distribuye Devolver Digital, y yo lo he jugado con la PS4 pero está disponible para las principales plataformas.

La trama del juego es muy sencilla, somos el último cordero vivo y nos salvan en el último momento de ser sacrificado por cuatro deidades que pretenden que dejen de existir los corderos porque hay una profecía que parece indicar que uno de estos bichitos va a liberar a una quinta deidad a la que temen y han capturado: El Que Espera.

Total, que deberemos crear una secta que nos de el poder que necesitaremos para ir derrotando a esas cuatro deidades con el objetivo de liberar a nuestra deidad favorita, para ello estamos ante un juego que mezcla la construcción de una población en la que acogeremos a nuestros acólitos (que querrán dormir, comer y cagar además de profesarnos devoción y trabajar para nosotros) con el mazmorreo en el que iremos acercándonos a nuestros archienemigos mientras conseguimos recursos que nos permitan crecer tanto en lo personal como en lo que a nuestra secta se refiere.

La principal gracia del juego, para mí, es que ambas partes resultan la mar de entretenidas, ni tienes largas y tediosas horas de espera para que los proyectos que tienes entre manos avancen ni las fases de mazmorreo duran más de diez minutos (por lo general), además es un juego altamente rejugable porque desbloquearemos doctrinas (como unas 20 a lo largo del juego) y siempre deberemos elegir entre dos, por lo que algunas veces querremos explorar nuevas posibilidades que hemos dejado pasar cuando finalicemos la partida. 

Para gestionar la fe dispondremos de múltiples herramientas, desde el sermón diario hasta los rituales de todo tipo que vayamos desbloqueando (¡podemos hasta casarnos!), pasando por mantener a nuestros acólitos contentos alimentándolos bien y dándoles buenas condiciones de vida, para ello tenemos algunos mini-juegos como el de cocinar o el de pescar, e incluso un juego de dados en el que podremos apostar dinero contra diversos rivales, el dinero es uno de los muchos recursos de que dispondremos a lo largo de las partidas y que deberemos administrar sabiamente, el árbol de construcciones disponibles que podremos ir desbloqueando a medida que recaudemos la fe de nuestros seguidores es abrumador, y nuestra forma de jugar deberá irse adaptando a lo que tengamos desbloqueado.

En fin, que hay multitud de cositas en este juego, todas sencillas de aprender pero que le dan mucha profundidad, pensad que los sectarios mueren de viejos o cuando los enviemos a buscar recursos, pero llegarán nuevos cultistas tanto porque los rescatemos en las mazmorras como por otros motivos, se rebelarán contra nosotros si no cuidamos su devoción, etc., es un juego que logra que no te aburras ni un momento y además su dificultad es regulable, por lo que tiene pinta de que puede ser también un reto para los más exigentes.

Y las fases de mazmorreo también son tremendas, son pequeñas mazmorras generadas al azar en las que nos darán un arma y un ataque especial al principio de cada una de ellas, cada arma tiene una velocidad y un daño diferentes por lo que aprenderemos a adaptar nuestra forma de hacer en las mazmorras a las armas que nos vayan tocando (en ciertos puntos se pueden cambiar), y además también iremos desbloqueando cartas de tarot que irán surgiendo también de forma aleatoria y que nos darán ciertas ventajas puntuales, lo que hace que, como os decía al principio, es raro que estas fases de mazmorreo se hagan repetitivas o tediosas, además las hay de cuatro tipos (una por cada deidad) y en cada una de ellas podremos obtener algún recurso propio de la misma.

Lo dicho, un juego al que me he viciado muchísimo, mi pareja no ha podido jugarlo tanto pero también le está dando caña y he podido comprobar la versatilidad del juego, ella está siendo una líder cultista magnánima mientras yo soy un tirano despiadado, lo que hace que al final el juego a pesar de ser el mismo tenga matices diferentes, en mi humilde opinión explotar a esos vagos merece la pena  }:)

PS: ¡Ah! No, no hay Mitos de Cthulhu explícitos, aunque es verdad que hay cierta temática tentacular y como los sectarios son diferentes tipos de animales (que vamos desbloqueando a lo largo de la campaña) y teniendo en cuenta que podemos personalizarlos y bautizarlos, nada nos va a impedir tener una secta formada por peces llamados Dagon e Hidra, astados como The King in Yellow, murciélagos de la arena o alguna araña llamada Atlach-Nacha, y es que el que no se lo pasa bien es porque no quiere...

PPS: Y el juego está totalmente traducido al castellano, que sé que hay gente por aquí para la que supondría una traba importante que esto no fuera así.


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