Recientemente he redescubierto este juego de cartas publicado originalmente por Fun Forge y traducido por SD Games, ya tenía su edición original reseñada por aquí pero me apetece volveros a hablar de él.
Es un juego de mesa para entre dos y cuatro jugadores mayores de ocho años, y las partidas rondarán la media hora, por lo tanto es un filler en toda regla. Sus creadores son Bruno Cathala y Ludovic Maublanc, con ilustraciones de Matheu Leyssenne.
Las partidas consistirán en acumular cartas en la mano para conseguir jugar lo antes posible tantos paquetes de cartas con el mismo número o en escalera como te sea posible. Las cartas a robar están mayoritariamente boca arriba (hay algunas al azar boca abajo) y por lo tanto la estrategia del juego está en intentar conseguir las que nos interesan y que nuestros rivales se coman las que no, y además tenemos por ahí unos marcadores de cordura con los que también podremos jugar para hacer enloquecer a nuestros rivales y así conseguir ganar la partida.
Las ilustraciones son maravillosas, y hay tantas cartas de cada como la numeración de las mismas (seis con el número seis, siete con el número siete, etc.), si conseguimos juntar tres cartas con el mismo número podremos coger la carta de portal correspondiente a ese número y utilizar su habilidad.
La otra jugada que podemos hacer es jugar una escalera de siete cartas con numeración consecutiva, eso hará que el resto de jugadores tengan que coger un marcador de cordura, aunque ojo porque si otro jugador juega otra escalera en un turno posterior este efecto se multiplica, desatando las pérdidas de cordura que nos llevarán hasta el final de la partida.
Y es que el juego finaliza cuando tras una ronda algún jugador ha acumulado diez marcadores de cordura, entonces ganará el que tenga menos de estos cubiletes. Pero mucho ojo porque las rondas se pueden finalizar porque se acabe el mazo de robo o porque un jugador se quede sin cartas en las manos, y al ocurrir esto cada jugador roba tantos marcadores de cordura como cartas le queden en las manos, por lo que el juego no consistirá en ir robando a lo loco para conseguir escaleras sino en encontrar el equilibrio entre las diferentes posibilidades que nos ofrece la partida, porque si acumulas y alguien cierra quedándose sin cartas en las manos seguramente pierdas inmediatamente.
En fin, un filler al que no le vi muchas posibilidades en su día pero que últimamente me han demostrado que tiene mucha más chicha de la que pensaba, un juego fácil de sacar a mesa y que funciona bien tanto a dos como a tres o cuatro jugadores, ¿Qué más se puede pedir?
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