4 de octubre de 2023

Among Cultists

Hace unos años el videojuego Among us se hizo tremendamente viral, era un juego sencillo pero con mucha chicha por su alto nivel de paranoia y de interacción social, por lo que trasladar sus mecánicas a un juego de mesa podría resultar interesante, y si además es de temática lovecraftiana va a llamar mi atención inmediatamente, eso ni más ni menos es este Among Cultists.


Me metí de cabeza en el Kickstarter como hacía tiempo que no entraba en un mecenazgo, sobre todo porque era EU Friendly, algo que para mí ya es imprescindible hasta para el más humilde de los mecenazgos, si no se envía desde Europa para mí es como si no existiera. Y al recibirlo en casa me he arrepentido de ir con todo porque resulta ser un juego enorme, la caja del juego básico rivaliza en tamaño con la de Cthulhu: Death May Die, algo que no me imaginaba porque normalmente ese tamaño de caja lo justifican los componentes de plástico, y este tiene más bien pocos componentes más allá del tablero de juego.


La segunda decepción vino al leerme el reglamento, que afortunadamente está en castellano, porque creo que en inglés me hubiera frustrado todavía más, porque me parece que a pesar de que el juego sí que refleja el espíritu del videojuego en el que se basa lo hace de forma complicada y algo tediosa, tengo la sensación, antes de probarlo, que el juego en sí resultará entretenido y divertido, con alta dosis de paranoia al no saber quién está saboteando la misión de los investigadores, pero explicar el juego y asimilarlo no será precisamente fácil, y eso para mí se convierte en un gran problema en juegos de este tipo, porque resultan poco accesibles para jugadores casuales.


Para que nos entendamos este es un juego de roles ocultos, en el que la mayoría de los jugadores llevarán a investigadores que intentarán llevar a cabo una misión mientras uno o dos jugadores (uno con partidas de hasta seis jugadores, dos para partidas de siete u ocho) serán traidores ocultos que intentarán sabotear a sus compañeros sin llamar demasiado la atención, porque los jugadores podrán matarse entre ellos cuando empiecen a tener sospechas, y eso puede acabar con la partida rápidamente si se mata al traidor de turno.


Es un juego para entre cuatro y ocho jugadores, cuyas partidas rondarán los 45-90 minutos según el autor (Stefan Godot), para mayores de catorce años. A la duración de la partida tendremos que añadir media hora bien buena en las primeras iteraciones, porque como os decía las reglas no son fáciles de entender ni de explicar, para mi otro gran handicap de este tipo de juegos es el número de jugadores que necesitas para que funcione, para mí juntar seis o más jugadores es realmente complicado, y estos juegos al número mínimo no suelen explotar todo su potencial, ya compartiré mis impresiones por redes sociales cuando logre probarlo con un número de jugadores digno, porque como decía no me caben muchas dudas de que la parte mecánica del juego, el turno a turno, tiene que ser frenético y entretenido.


Hay muchos roles y muchas acciones que pueden realizarse, y a pesar de que el autor ha hecho el esfuerzo de crear un juego libre de idioma (más allá del reglamento, los componentes solo tienen símbolos), son tantos estos símbolos que tardaremos en acostumbrarnos a ellos y deberemos tener el reglamento cerca durante nuestras primeras partidas. Si os los leéis un poco por encima veréis que tiene cositas del famoso Hombres lobo de Castronegro, hay una fase inicial en la que se cerrarán los ojos, los traidores se identificarán entre ellos, la Vidente también podrá saber quién o quiénes son los traidores infiltrados, etc.


La calidad de los componentes es excelente, básicamente tenemos una serie de tokens, muchas cartas y algunos marcadores como el contrareloj o la navaja de jugador inicial, así como una bolsa de tela para guardar marcadores.


El tablero lo forman una serie de láminas reversibles, porque el mapa va a ser único para cada número de jugadores, y en esencia lo formará una serie de habitaciones conectadas por pasillos que los jugadores deberán recorrer interactuando con los componentes para avanzar, contra reloj, en la investigación en curso, cada vez que dos o más jugadores se encuentren en un mismo lugar habrá un intercambio de cartas tras el que uno de los jugadores podrá morir, pero este no lo sabrá hasta que alguien mire sus cartas, es una mecánica extraña pero creo que eficaz para mantener el misterio, además me gusta que los jugadores muertos no son eliminados de la partida, sino que siguen en juego de forma limitada, pudiendo ayudar a que los investigadores ganen la partida.


Tras una lectura inicial del reglamento creo que lo tengo bastante claro, pero me da cierta pereza ponerme a explicárselo a los jugadores, veremos, igual me animo a escribir una foto-reseña de cómo se juega, aunque sea solo para forzarme a repasar paso por paso el reglamento de nuevo y así tenerlo más claro cuando logre llevarlo a mesa. Pues como decía al principio es un juego que me llamó mucho la atención y que tiene muy buena pinta, me gustan mucho estos juegos de mesa de roles ocultos, pero tengo que superar la pereza y juntar a un buen grupo de amigos jugones para saber si realmente he hecho una buena compra o no...




4 comentarios:

XimoV dijo...

Hablando de videojuegos, ¿has probado The Sinking City? Es que estaba jugándolo ahora y buscando en tu web por si tenias review y no la he encontrado. Bastante recomendable y con montones de referencias lovecraftianas, a Innsmouth, Arthur Jermyn y los hombres monos, etc.

Tristán Oberón dijo...

Hola, pues sí que lo probé en su día, pero se me hizo algo cuesta arriba y lo aparqué, lamentablemente me acabé olvidando de él, espero retomarlo algún día porque no eres el primero que me habla de sus muchas referencias.

TopoFraile dijo...

Muy buenas!! ¿Lo has llegado a probar? un abrazo

Tristán Oberón dijo...

Que va, veremos si lo consigo porque últimamente no suelo juntar tanta gente alrededor de una mesa.