Hoy es de esos días en que me apetece hablaros de un juego de mesa cuya
relación con los Mitos de Cthulhu es nula pero que en cierta manera
recuerda a relatos de H.P. Lovecraft como El templo, una
aventura submarina que me ha resultado realmente apasionante.
La tripulación: Misión mar profundo es un juego de cartas que pueden
jugar entre 3 y 5 jugadores mayores de 10 años, y a pesar de que en la caja
marcan 20 minutos de duración eso es algo engañoso, porque en 20 minutos has
podido jugar varias partidas y al mismo tiempo no vas a poder dejar de jugar,
yo me he tirado dos y tres horas dándole caña, es de esos juegos que si os
enganchan vais a disfrutar muchísimo. Nos ha llegado traducido de la mano de
Devir.
Este juego que os muestro hoy es una evolución de
La tripulación: En busca del noveno planeta, y se nota que el autor,
Thomas Sing, sabe lo que hace, porque ha tocado las teclas justas y
necesarias para que un gran juego se convierta en algo aún mejor. En la caja
como podéis ver vienen unas cuantas cartas grandes, otras tantas pequeñas,
unos pocos tokens y un par de libros: el reglamento y el diario de navegación.
Y es que este juego viene a ser una aventura, una campaña en la que misión
tras misión tendremos que ir superando retos cada vez mayores mientras leemos
una narrativa corta y concisa que nos va adentrando cada vez más en las
peligrosas profundidades. Si en el primer juego viajábamos por el espacio en
una aventura que se iba tornando cada vez más de horror cósmico, en este
segundo nos sumergimos en unas profundidades que paulatinamente se irán
mostrando lovecraftianas.
Es un juego de cartas de bazas, se repartirán todas las cartas grandes entre
los jugadores y en ellas tenemos cuatro colores numerados del 1 al 9 y cuatro
cartas de submarino numeradas del 1 al 4. El color con el que salga el jugador
inicial mandará y el resto tendrán que jugar una carta de ese mismo color si
la tienen, si no podrán tirar la que quieran, teniendo en cuenta que siempre
ganará la carta más alta del color que manda siempre y cuando no haya
submarinos en juego, si los hubiera ganaría el submarino con valor mayor. Un
juego con un reglamento muy sencillo que se complica porque las cartas
pequeñas nos irán marcando las misiones que deberemos ir cumpliendo, retos que
se irán combinando y que nos pondrán en verdaderas dificultades, como por
ejemplo que un jugador concreto gane una mano en la que haya una carta
específica, que no gane ninguna carta de cierto color o una infinidad de
posibilidades que además se irán combinando entre ellas.
Por lo tanto es un juego colaborativo en el que todos deberemos hacer lo que
esté en nuestras manos para superar las misiones de turno, con una capacidad
de comunicación muy limitada y original (una vez por misión podremos
comunicar una de las cartas que tenemos, indicando si es la única, la más
alta o la más baja de ese color en nuestra mano). De verdad que es un juego
tremendo si os gustan este tipo de mecánicas, soy muy fan de
Skull King y demás juegos del estilo, por lo que esto de poder
disfrutarlo en un cooperativo con narrativa me tiene el corazón robado.
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