Tiny Epic Cthulhu, o como me gusta llamarlo a mí, el Tiny Cthulhu bueno, es un juego de mesa cooperativo en el que lucharemos por evitar que el mal definitivo sea invocado, publicado por Gamelyn Games vía Kickstarter.
Tiny Epic ya se ha convertido en una marca, una saga de juegos de mesa temáticos de los que esta versión lovecraftiana es la más reciente iteración. Es un juego para entre uno y cuatro jugadores (mayores de 14 años), cuyas partidas rondarán los 30-45 minutos, según el autor, que es Scott Almes.
Otra de las características de los juegos Tiny Epic es que vienen en una caja pequeña, pero se asemejan más a un juego digno de una caja grande que a los juegos casuales que suelen venir en este tamaño de caja. Es decir, que no es un juego sencillo, tiene muchísimos componentes y unas reglas extensas y completas, lo que hace que sea un juego digno de probar con calma y de dedicarle el tiempo que merece su curva de aprendizaje.
En muy resumidas cuentas estamos ante un juego colaborativo en el que deberemos cerrar portales para evitar la invocación del Dios Primigenio de turno, tendremos una primera fase del juego en la que habrá que traducir las páginas del Necronimicón, y una vez hecho eso podremos disponer de esas páginas traducidas para ir cerrando portales, mientras por supuesto vamos superando hordas de criaturas tentaculares y vamos apagando fuegos de diversa índole.
En esencia estamos ante un juego rápido y frenético en el que iniciaremos el turno girando el tentáculo de la rueda del caos (haciendo que nuestro antagonista actúe de diversas maneras) y a continuación contaremos con una serie de acciones que nos permitirán movernos por el tablero (cinco ciudades reversibles, lo que le da más rejugabilidad al juego), recolectar tentáculos (de diversos colores, cada uno de ellos cumple una función), luchar contra nuestros enemigos (tirando dados) y traducir las páginas del Necronomicón (descubriéndolas primero por las diferentes ciudades y completando sus cartas después invirtiendo tentáculos en ellas). Una vez completada esta primera fase del juego tendremos una nueva en la que deberemos cerrar los seis portales para ganar la partida, aquí la acción de traducir será sustituida por la de sellar portales.
La mayoría de los componentes son reversibles, hay variedad de Primigenios (Cthulhu, Nyarlathotep, Yog-Sothoth y Yig) y de Investigadores (Doctor, Priest, Scientist, Historian, Officer y Detective, cada uno con su característica única), mucho azar y siempre un buen reto por delante. Al final este es un juego que deja la narrativa de lado para centrarse en mecánicas durillas que habrá que aprender a calibrar para alzarse con la victoria. Además, cuenta con un modo solitario con reglas aparte (vamos, que no es como jugar a dos) y tiene toda la pinta de que es uno de esos juegos que escalan bien el número de jugadores. En definitiva, un juego pequeño con alma de juego grande que tiene muy muy buena pinta.
PS: Con la versión del Kickstarter venía una pequeña expansión que incluye artefactos que añadir a la partida, no sé si estará en la versión del juego que ha llegado a tiendas. Y una cosa que detesto es que es de esos juegos que una vez abierto no hay manera de volver a cerrar, demasiados componentes para tan poca caja, vamos, que si le doy caña no me cabe duda de que acabará en una caja de esas de ferretería.
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